jueves, 10 de septiembre de 2020

Criaturas aladas, de oscuro plumaje...

Criaturas aladas, de oscuro plumaje, esperan la caída de la humana raza, para después devorar los restos y dejar la desnuda osamenta, expuesta a la lúgubre soledad del tiempo...


Velcardo Rock - 2020
La Victoria (Valle)
Septiembre 10 De 2020

miércoles, 1 de julio de 2020

Capítulo II
MISA DEL DOMINGO

Tomado del Libro «Allá En Mi Pueblo» (2006) del escritor victoriano Roberto Núñez Abadía


El cantar de los gallos y la voz de mi madre nos despertaban.
Se olía el aroma del café que muy temprano se levantaba a preparar una de mis hermanas.
Mi madre entraba cantando con el pocillo en sus manos, para mi padre que se aprestaba a partir. Dejaba un suave aroma de flores del campo su cabello húmedo al pasar.
¡No era día de clases! ¡Qué alegría!
Era domingo, día de ir a misa a la Parroquia del Pueblo. Allí se reunían las muchachas o colinos, como se les llamaba.
Iban engalanadas con sus trajes almidonados de organdí o crespón, claveles rojos o cintas en sus cabellos.
Para mí era un día especial; pues solamente el domingo podía calzarme los zapatos únicos que tenía y que me había estrenado el día de mi Primera Comunión.
Y el mismo vestido ya viejo, que mi padre, sastre del pueblo me había confeccionado, no sé cuánto tiempo hacía.
Pasaba muy aburrido durante la celebración de la Santa Misa. Solamente me llamaba la atención el observar las muchachas al lado derecho en unas bancas largas de madera, que el sacristán había ordenado especialmente para ellas. Había una especialmente que me había robado el corazón desde el momento que la vi. Era la hija de un señor Quintana, hombre acaudalado que había llegado al pueblo, aún muy joven, cosechando allí su fortuna a costa de su trabajo. Se había casado con una señorita de la aristocracia, y de esa unión nacieron tres hijas, la menor era mi elegida.
Se celebraba la Eucaristía y cerca de mí ella me miraba con sus grandes ojos color miel, y en ellos me decía que sí me quería.
Yo no escuchaba lo que decía el Sacerdote, un Reverendo anciano, venido hacía muchos años y que se había ganado el afecto de muchos de sus feligreses por su Santidad. Se alcanzaba a observar debajo del atuendo utilizado para la celebración de la Santa Misa, unos zapatos viejos y sucios, y parte de su sotana negra desteñida por el tiempo.
Terminada la Santa Misa, salíamos en orden, dando paso por supuesto a los ancianos y a las jovencitas, que una a una iban saliendo, dejando el suave aroma de sus perfumes en el recinto sagrado, que poco a poco quedaría desierto hasta el próximo domingo.
En la calle el sol iluminaba y resplandecían sus rayos en los vidrios de las ventanas y en los automóviles que pasaban, haciendo sonar sus bocinas, para abrirse paso entre las personas que salíamos de la iglesia.
Busqué con mis ojos a aquella niña, la vi subirse en un auto que la esperaba en el atrio de la iglesia. ¡Era su padre!
Me miró al alejarse y con su mano me dijo: ¡Adiós! No sabía cuando la volvería a ver.
Me fui cabizbajo hacia mi casa. Pensaba: - Qué hermoso fuera poder visitarla y verla de cerca. Pero, era imposible, ella era muy rica, y yo… con un vestido viejo y unos zapatos que solo los disfrutaba los domingos. ¡No podía pensar más en ello!
El pito de un auto me despertó de ese sueño. - ¡Hazte a un lado me gritó el chofer!
Proseguí mi marcha, dándole puntapiés  a las piedras que aparecían a mi paso, olvidándome que estaba estropeando los únicos zapatos que tenía.
Sumido en mi sueño no me había dado cuenta que estaba cerca de mi casa. Vi en la puerta a mi madre vestida con un delantal blanco, lucía unas trenzas largas adornadas con una cinta negra, que se confundía con el color de su pelo. Su piel canela y sus ojos verdes hacían un hermoso contraste.
Era la hermosa campesina, adoración y orgullo de mi padre.
A llegar me sonrió, poniendo su brazo en mi hombro y entramos juntos por un corredor largo adornado de helechos y claveles rojos, que ella cuidaba con mucho esmero.
¡El sol comenzaba a declinar allá en el horizonte, de otro domingo, día de Misa, que se extinguía!
Ya en la noche, después de la cena, nos reuníamos con mi madre para la oración vespertina, que se hacía todos los días con sumo respeto; cuando escuché la voz de una de mis hermanas: - Roberto, lo busca el joven Ciro, entró diciendo.
Ciro era el hermano de aquella niña que se despidió con su mano aquel domingo de misa. El y un hermano suyo me aceptaban como cuñado, quizás porque yo les ayudaba en sus tareas; el mayor, Saúl, utilizaba mis cuadernos para copiarlas, yo no me molestaba por ello, lo hacía muy gustoso.
Salí, lo invité a entrar. - No gracias, debo regresar pronto - dijo, entregándome una carta - ahí le envía mi hermana. Recibí la encomienda. – Gracias - le dije, y se alejó por un camino oscuro hasta perderse de mi vista.
Entré a mi cuarto y abrí la carta, olía a su perfume. Observé que era su letra, y en esas letras leí: «Roberto, mañana parto para Quintero (era una aldea cercana a La Unión, Valle). Mis padres nos llevan a pasar las vacaciones – continué leyendo – si deseas despedirte de mí, salimos a las cinco de la mañana, nos veremos en el embarcadero. Te quiero. Ofelia.»
Busqué consuelo en la soledad de la noche y fue difícil conciliar el sueño.
Me desperté muy temprano, creí que era aún de noche, porque estaba muy oscuro y había mucha niebla. Miré al reloj que colgaba en la pared; juez del tiempo, y pensé: - Ya es hora de irme.
Me vestí y salí sin hacer ruido, para no llamar la atención. Caminé, no sé cuánto tiempo, el frío me helaba los huesos y la visibilidad era muy poca.
El resplandor de la luna grande, hermosa por cierto se reflejaba en sus turbulentas aguas, cual espejos brillando con su luz; esto me indicaba que ya había llegado.
Ya en la orilla del río, miré allá en la distancia y vi varias personas abordando la barca, para pasar al otro lado del río (aún no había puente para ir de La Victoria a La Unión.)
Sólo había una barca grande en la que se transportaba ganado, autos, mulas y por supuesto personas con sus mercados, pues había familias que vivían al otro lado del río.
Iban subiendo señores con sus trajes blancos y sombreros (era la moda), señoras con sus vestidos largos, sombrero y guantes, muy elegantes.
Y allí iba ella, miró hacia la orilla y al verme me dijo adiós con un pañuelo blanco en la mano, como aquella vez al subirse al auto con su padre. Y por supuesto, yo levanté mi mano y también decía muy quedo: - Adiós, adiós - y se iba alejando la barca y también las posibilidades de volverla a ver. Ya era imposible ver, traté de observar algo y me dije: - ¡No te volveré a ver!
Regresé a mi hogar, aún no se habían levantado mis padres ni mis hermanas.
Nunca los supieron, y jamás la volví a ver, pues yo también partiría de mi pueblo unos días después.
Solo queda el recuerdo de todo aquello, todo es efímero en la vida, un sueño.
Ella solo fue un espejismo de la bruma y de las aguas del río, que seguirán su curso, sin detenerse, como vagan nuestros pensamientos en nuestra mente soñadora.


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miércoles, 6 de noviembre de 2019


The Joker
Una Amenaza Que Se Hace Realidad

En días pasados, más exactamente el 24 de octubre, la reconocida crítica de arte mexicana Avelina Lésper, publicó en su Blog un artículo en el que comentaba, desde su perspectiva, la controvertida película «The Joker» dirigida por Todd Phillips y protagonizada por el veterano actor Joaquin Phoenix. Hice un comentario en su Blog, que, sin proponérmelo, quedó bastante extenso. Así que, decidí convertir ese comentario en un ensayo, para publicarlo en mi Blog, pero, haciendo algunos ajustes y agregando algunos elementos.


Para comenzar, quiero compartir con ustedes que, en mi cabeza, ya han aparecido largas hebras plateadas y, aun así, todo lo que tiene que ver con el llamado «Noveno Arte», es algo que me apasiona en gran medida. Siento especial fascinación por el cómic subterráneo, por el cómic no tan subterráneo, el bande dessinée (cómic francés), el tebeo (cómic español), el fumetti (cómic italiano), el manga (cómic japonés), y el cómic mexicano. Este último, trae a mi corazón y a mi memoria, muy gratos recuerdos; Chanoc, Tawa «El Hombre Gacela», Kalimán «El Hombre Increíble», Arandú «El Príncipe De La Selva», Kendor «El Hombre Del Tíbet», Tamakún «El Vengador Errante», Águila Solitaria, etc. En Colombia, se transmitían en radionovela, las aventuras de Kalimán y Arandú. Llegué a tener una respetable colección de historietas. Se puede decir, con toda seguridad, que fueron mis primeros contactos con la Literatura y con el Arte.




Antes de continuar, quiero traer a la memoria, un hecho que, para efectos de este artículo, considero que es de vital importancia. En 1928, el expresionismo alemán, durante los últimos años del cine mudo, dio vida a la novela «El hombre que ríe» publicada en 1869, del escritor francés Victor Hugo, autor de «Los miserables» uno de los grandes clásicos de la literatura universal. Esta obra maestra del cine alemán, dirigida por Paul Leni y protagonizada por Conrad Veidt, cuenta la trágica historia de Gwynplaine, un huérfano que, en el siglo XVII, como resultado de una venganza contra su padre, su rostro resultó horriblemente desfigurado desde que era niño, trayendo como consecuencia, un rictus inocultable, que lo hace aparecer como si estuviera riendo siempre. Esta película, con el paso de los años, sirvió en buena parte, para convertirse en fuente de inspiración en el séptimo arte, sobre todo en el cine de horror de la década de 1930, y posteriormente en el mundo de los cómics. Porque, en efecto, Gwynplaine se convirtió en la principal inspiración para crear en 1940, al Joker, uno de los villanos más icónicos del mundo de las historietas.

Conrad Veidt como Gwynplaine «The man who laughs» (1928)

Ahora, enfocándonos en la película el «Joker», y el desaforado boom que ha despertado, mi opinión sobre este filme, probablemente no sea muy objetiva, dada mi fascinación por los cómics. Dicho esto, reconozco que es entendible que, antes no se podían llevar a la pantalla gigante, las historias de muchos de los personajes de los cómics, debido a ciertas características de los mismos; supervelocidad, rayos ópticos, fuerza sobrehumana, teletransportación, mimetismo, etc. Ahora que la industria cinematográfica norteamericana, debido a sus grandes recursos tecnológicos, tiene la oportunidad de llevar a la pantalla gigante, las aventuras de los superhéroes más populares, entre ellos Superman, Batman, Wonder Woman, Spiderman, Iron Man, Hulk, Wolverine, y un largo etcétera. Sería justo decir que, las adaptaciones que se hicieron del cómic al cine, fueron, en algunos casos, medianamente aceptables.

Entiendo que, tanto el cómic como el cine, manejan lenguajes diferentes. Tan es así que, cuando hablamos de poner las aventuras de un superhéroe, en la piel de un actor de carne y hueso, los guionistas del filme, tienen que hacer algunos ajustes para poder contar una historia en particular. Pero, en las más recientes adaptaciones del cómic al cine, por citar un par de ejemplos., «Aquaman» y «Captain Marvel» he notado una infantilización exagerada de los superhéroes, llevada hasta los límites de la caricatura. Esto me molesta. Ya que, como alguien que consume cómics desde muy temprana edad, puedo decir que, noto la gran diferencia de cómo presentaban estos personajes antes, y cómo los presentan ahora. Es cierto que, cuando de niño veía los dibujos animados de Aquaman, estos tenían un aire de ingenuidad, pero nunca, tintes de comedia.



Esta película, El «Joker», hay que reconocer que es una muy buena película. No la calificaría como una gran película, porque esta parece un remake de «The King Of Comedy» de Martin Scorsese. Este filme, que forma parte del Universo Extendido de DC Comics, la veo como un Spin-Off del Joker. Una película que, cuenta la historia de un oscuro personaje, cuya vida parece la inspiración del propio Joker. Bruce Wayne, aparece aquí como un niño, mientras que el Joker aparece como un adulto. Un adulto mentalmente enfermo, frágil, y lleno de frustraciones. El Joker que conozco, es un tipo brillante, y mentalmente adaptado. Su espeluznante carcajada, no es la de un desquiciado mental, sino la de un sociópata. No en balde es el némesis de Batman. Un villano, capaz de poner en jaque al Caballero Oscuro.

Fotograma de la película «The King of Comedy» de Matin Scorsese (1982)

Volviendo a la infantilización de los superhéroes, empieza a notarse cierto patrón en la industria cinematográfica norteamericana, con estas sagas. Ahora resulta que, el villano ya no se presenta como tal, sino como un antihéroe. Un «Héroe» sin escrúpulos, que no se guía por ningún tipo de código moral, y que está dispuesto a traer «Equilibrio» aunque tenga que llevarse por delante a unos cuantos, en el camino. Un «Héroe» cuyas acciones homicidas tendrían justificación, siempre y cuando el sujeto a ejecutar, merezca ser eliminado. El héroe, a pesar de su fuerza, capacidad y habilidad, tiene límites, se guía por un código moral, y llegaría al punto en que, cuando de castigar al culpable se trate, no sea capaz de hacerlo. Esta exaltación del villano, que es el que ahora se roba los aplausos, es altamente tendenciosa. Esta exaltación de la violencia justificada, es altamente sospechosa.


En este Spin-Off del Joker, en el que se presenta al villano, como un adulto, frente a Bruce Wayne, que es presentado como un niño. Insinúan que Arthur Fleck es un hijo bastardo de Thomas Wayne, no reconocido por este como suyo, y que parte de la progresión de su locura, es el resultado de esta negación. Insinúan que, sus acciones están encaminadas a vengarse de la sociedad, por ser un descastado. Otra insinuación que veo aquí, es que, Bruce Wayne, al ser testigo de la muerte violenta de sus padres, y no pudiendo lidiar con el dolor que esta tragedia causó en su vida, provocó en este pobre niño huérfano, vulnerable y asustadizo, estrés postraumático, trayendo como consecuencia que su mente se fragmentara y creara un Álter Ego «El Joker», para vengar esta muerte. Posteriormente, su mente y su conciencia, crearon una personalidad alternativa más, «Batman» para castigarse a sí mismo, por ser el autor de los más horrendos y abominables crímenes, pero, conservando la oscuridad que ya anidaba en su corazón. En la película, a modo de pareidolia, se observa una escena en la que, Arthur Fleck está sentado frente a un espejo de camerino, y en el marco del espejo, se adivina la máscara de Batman. Creo que, en algún momento, en el fuero interno de Bruce Wayne, el héroe se encuentra con el villano, y se hacen conscientes de la dualidad que los define. Bruce Wayne, consciente de esta dualidad que lo habita, sabe que ha llegado a un punto de no retorno. Esto me recuerda un episodio de la serie animada de Batman, en que Harvey Dent «Two Face» desarrolla una tercera personalidad «The Judge». Avelina Lésper, anota muy acertadamente, en su artículo: «Joker baila con la dolorosa coreografía de Marcel Marceau, lastimosa, buscando la piedad, en Joker alcanza la dimensión de un castigo, es el suicida que baila al borde del precipicio».


Para finalizar, está en el resorte de cada quien sacar sus propias conclusiones. De todos modos, quise compartir mi punto de vista sobre esta película y sobre todo, lo que la misma implica. Muchas gracias por haberme escuchado.


Velcardo Rock – 2019.
La Victoria (Valle)
Miércoles, 6 de noviembre de 2019. 

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sábado, 2 de noviembre de 2019


Rincón Bellaco

Rafael Ángel Salazar Arango [Fragmento] 1999


«…El sol radiante en el cénit, esparcía sus rayos sobre la vereda Rincón Bellaco, anunciando un nuevo día. En las copas de los frondosos árboles se escuchaba el trinar de los pájaros que airosos saludaban cubriendo el espacio sideral, con el policromo colorido de sus aleteos. El paisaje verde de los árboles que rodean la casa de la familia de Matilde que quizás por primera vez, dejaba las cobijas tan temprano, su rostro mostraba la alegría al contemplar este nuevo amanecer, su alma rebosada de fantásticas ilusiones, vagas e intrincadas ideas, no sabía con certeza, cómo definir su estado de ánimo. Con la mirada fija en lontananza, infructuosamente trataba de encasillar sus pensamientos en algo que le definiese su inesperado cambio de actitud. Como un estampido en su sentir, recordó con fuerza, con anhelos de indefinida alegría, que hoy por primera vez, tendría la oportunidad, de estar al lado de Héctor en su propia casa, sin sobresaltos. Indescriptible su confusión, impulsada por su voluptuosidad, se internó en casa y cogiendo la escoba, se dispuso a barrer el solar sombreado por los frondosos árboles que altivos, daban majestuosidad al pequeño rancho de paja, hogar tierno y humilde, nido donde estaba forjándose la más apasionada y vehemente historia de amor. Diferentes en forma y tamaño se levantan los chirimoyos, los aguacates, los granados, los naranjos y limoneros, Dejando ver sus frutos que a veces los agobian al igual que los plátanos con sus anchas y verdes hojas hacen más fresco el solar. Tarareaba diferentes canciones al unísono con graciosos y ágiles movimientos impulsaba la escoba, imaginando que era Héctor que la acompañaba al ritmo de las canciones. Seguidamente se fue hasta el aljibe, extrajo agua, dispersándola sobre las diferentes matas del jardín que rodea la casa y con sus aromas y movimientos, bajo el ímpetu de la tenue brisa mañanera; hermosos gladiolos, claveles rojos y blancos, como también las copetonas dalias con sus pétalos de diverso colorido, bajo el peso de la flor, graciosas se agachan al paso de Matilde que como un hada madrina, las contempla y dialoga con ellas pronunciándoles los más mimosos y tiernos piropos, los rosales mostraban grandes flores con sus abiertos pétalos de diferente color, rosados, rojo carmesí, blancas y amarillas al igual que sus botones danzan graciosas (…) Matilde una vez terminó con el jardín, se dispuso a barrer las dos piezas y la parte donde cuatro taburetes, alrededor de una carcomida mesa de indefinido color, servía de comedor para todos. Con ahínco comenzó a organizar los catres que en tiempo lejano fueron de color caoba, el paso de los años y el comején había deteriorado tanto su madera y originario color. Imbuida por su humildad y fe, éste día con más amor, cuidado y delicadeza, limpió la imagen de la virgen del Perpetuo Socorro que estaba colgada en la pared cerca a su catre, con igual mística y ternura procedió a limpiar fervorosamente un crucifijo de bronce, que cuál rey celestial en casa, permanece adornado por frescas, lozanas y vistosas flores del jardín que cómo es costumbre en doña Carlina organiza todos los días. Transcurre la mañana en el silencio propio del campo, sólo a lo lejos el canto agudo de un gallo se escucha, que orondo se pasea con peculiar coqueteo a las ingenuas gallinas que distraídas se entretienen escarbando el suelo en busca de bichos o pequeñas piedrecillas, que colaboran con la digestión en su buche, que lleno de maíz, sacia su hambre más no su instinto de escarbar.

Las horas de la mañana han transcurrido más de prisa como nunca antes, al llegar el mediodía, un poco exhausta por el ajetreo poco acostumbrado, fue hasta su catre, se tendió sobre él, con los pies apoyados en la pared y fijó su mirada en el pajar del techo. Su mente divaga en la incertidumbre de saber cómo será su primer encuentro con él, quererlo es su propósito, cruzándose inesperadamente un pensamiento quizás para ella no ansiado ni esperado que la confunde. ¿Y si al pasar de los días, ella se enamora a tal extremo que le presione abandonar su hogar y sus taitas y Salustio? ¿Qué será de ellos? ¿Será tan inmenso el amor que me obligue a tomar tan cruel decisión? No, eso ni pensarlo… furtivas lágrimas empañaron el cristal de sus ojos, deslizándose por el color canela de sus mejillas, lentamente, tanta cavilación le indujo al sueño, cerrando sus ojos momentáneamente ya que el temor de quedarse profundamente dormida, imagina que de un momento a otro llegase a él, y la encuentre mal presentada y tan poco apropiada como para recibirle visita, a la persona que atraía toda su atención y pensamientos. Su inquietud profunda e incierta de cómo vestirse, para presentarse de manera que impresionara y guardara como recuerdo perdurable de su primer encuentro que marcaría el sendero donde a su vera sólo fuese resaltada la armonía y felicidad de ambos. De ipso facto alentada por fuerte ilusión, saltó de su catre imbuida por el afán de verlo cuanto antes. Saltó de la cama, cual liebre perseguida, alejó de su mente los infundados presentimientos y confusos pensamientos, que en el momento anterior le habían robado su calma. Avivó sus ensueños e invitó a su hermano para que le acompañase a la quebrada donde disfrutaría de las cristalinas y perezosas aguas de la angosta quebrada, en mayor parte descubierta de sombrío, ya que los pequeños arbustos y plantas silvestres era poco el apoyo que le daban a que en años pasados gozara de caudaloso lecho, la acción inclemente y devastadora del hombre había determinado su actual estado de sequedad. Salustio y Matilde entusiasmados y con el respectivo permiso de su madre, iniciaron su viaje hacia la quebrada, observando en el cielo cómo las aves ágiles extienden sus alas con intrépidos, aerodinámicos, graciosos y elegantes movimientos, surcando los aires.  Semejantes movimientos dieron a sus cuerpos los hermanos, motivados por la alegría que brinda el baño, porque el momento lo transformaron en un repentino paseo, al acercarse observaron cómo las orillas ya estaban colmadas de los pobladores de la vereda, unos por bañarse y otras por lavar la ropa, las mujeres en su mayoría de color. Este diario trajín del lavado, no es desapercibido por los polligallos y uno que otro viejo verde como suelen gritarles a diario las mujeres a aquellos que se deleitan y estimulan sus instintos sexuales al contemplar con deliberado goce, el continuo movimiento de las protuberantes y exclusivas formas de las nalgas de la raza negra, que al mover sus fuertes y brillantes brazos y piernas para restregar la ropa, despiertan libidinosos pensamientos y apetitos mórbidos. Matilde, presurosa se despojó de su ropa y con timidez se lanzó a las cristalinas aguas, que debido a la fuerte temperatura reinante, incitaban a su goce, Salustio un poco indeciso se sentó bajo unas pequeñas plantas silvestres y una que otra cañabrava que aún se conserva. Matilde instó a su hermano para que le acompañase, al principio se mostró renuente, el sofocante calor que cundía el ambiente, lo motivó y sin preámbulos se zambulló. Ella debido a su proeza y poco uso en su medio vestido de baño, ya que era una prenda para clases privilegiadas, usa su camisola, fue precavida al colocarse el corpiño nuevo, que le había comprado su taita al igual que calzones, con ello quiere obviar los comentarios de sus vecinas, atraídas por la crítica de cerciorarse, qué calidad de ropa interior usa, ya que para muchas su belleza despierta envidia y disociadores comentarios. A la vez Salustio llevó unos calzoncillos de repuesto, para cambiarse después del baño, en medio de los matorrales que bordean la quebrada. Este día sin presagiar le resultó aciago a Matilde, porque hoy está más colmado de curiosos las orillas de la quebrada, ella alcanza a distinguir a poca distancia a Diomedes, Isaías, y Ananías, conocidos por ella como también por Héctor. Por momentos se sintió indecisa de continuar bañándose, contundente su conturbación, casi aniquila su anhelado baño. Pudo más la fuerza interior surgida del ansia de que Héctor la encontrase diferente, fresca y lozana. Sin titubear se lanzó a las refrescantes aguas, a la vez que le insistía a su hermano de la necesidad que permaneciera cerca de ella. Matilde de soslayo se encontraba con socarronas miradas tanto de los que merodeaban como los transeúntes que atisbaban sus ágiles y atractivos movimientos en el agua, su camisola por el peso del agua y la presión que lleva la misma se adhería más al cuerpo, mostrando con mayor lujuria su tentador busto, sus hermosas piernas y sensuales formas. Se sintió desnuda por las atrevidas e indiscretas miradas, fingió hacer caso omiso, sumergiéndose más en la profundidad, disfrutó plácidamente su baño hasta el comienzo del atardecer. De regreso a casa, continuaban los curiosos observando sus formas del juvenil cuerpo. Ella no se explicaba el por qué de las miradas y la inexplicable turbación e inseguridad, en su ingenuidad y pudor, nacidas de sus buenas costumbres, no se daba respuesta a sus temerosos presentimientos de entrar a la pubertad, edad donde empieza a manifestarse la atracción de los sexos y el instinto hace que se busquen para formar pareja. Ella ajena a todas estas realidades, terminó dándole poca importancia a lo sucedido.

Al llegar a casa, presurosa le pidió a su mamá por favor le sirviera la comida ya que el apetito y ansia de engalanarse lo más rápido que pudiera, la apresuran ya que la incógnita de saber en qué momento llegará él, la cundía de nerviosismo. Esta tarde sus sentidos están más expectantes que nunca, y profusas miradas dirige a la puerta, el más mínimo ruido, lo asemejaba con el de un motor de carro, la hacía estremecer. Esta tarde saboreó con mayor deleite la comida servida por su mamá, nuevamente sus pensamientos se truncaban en un sinfín de confusiones, que la alejaban con mayor profundidad de definir su ego, todo se conjuraba esta tarde, su inocencia, su moral, su buena crianza, no le daban credibilidad a este inesperado despertar a la vida…»

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Rafael Ángel Salazar Arango, nació en La Victoria (Valle) el 23 de julio de 1934.
Inició su carrera de escribir como corresponsal de los diarios El País y Occidente de Cali.
En 1965 escribió su primer libro, «Sombras del Recuerdo», siguiendo con «El Sueño del Albañil», en 1967; «Fuego en El Alma», en 1972; «Rincón Bellaco», en 1995 y «Las Gemelas y El Sismo» en 1999, de los cuales, sólo este ejemplar, «Rincón Bellaco», que sostiene en sus manos, es el primero en publicarse.




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lunes, 8 de julio de 2019


Relaciones Humanas
Trabajo Glandular


Por Julián Vélez Zúñiga


¿Alguna vez usted ha sido tratado injustamente por un amigo, pariente o relacionado? ¿Una persona a quien usted ha hecho objeto de atenciones, consideración y beneficios le ha pagado mal? ¿Después de un hecho ingrato ha sentido usted odio o rencor contra esa persona?

Si las respuestas a estas preguntas son todas SÍ, permítame que le haga algunas consideraciones al respecto. Debo advertirle que no soy ninguna autoridad en la materia ni me afianzo en título distinto al de la experiencia lograda en el duro batallar por la vida, pero antes de considerar como tontería cuanto he de decirle piense objetivamente y si lo merezco concédame la razón.

Ahí va.

Cuando analizamos en qué consiste la vida, nos damos cuenta que es el resultado de una serie de reacciones químicas de muchas sustancias dentro de nuestro organismo. La mayoría de estas sustancias, si no todas, son producidas por el mismo organismo por medio de glándulas extendidas a todo lo largo y ancho del cuerpo. Estas glándulas son de secreción interna y de secreción externa y sus secreciones reaccionan con las de otras glándulas produciendo una serie de fenómenos que en su conjunto son la manifestación de vida.

Estas glándulas reciben diferentes nombres y entre ellas tenemos: las adrenales, las suprarrenales, la tima, hipófisis, tiroides, parótidas y también las malparótidas.

Estas glándulas están ubicadas en el cerebro (las malparótidas) y segregan una sustancia llamada malparidina la cual se incorpora al torrente sanguíneo y al mezclarse con la adrenalina que es la sustancia que activa nuestros movimientos cuando recibimos emociones súbitas, entonces nos impele a actuar de manera tendenciosa, egoísta, traicionera, solapada, ladina, vil y miserable.

Podemos asegurar que quien se comporta de manera ruin y baja, no es culpable de nada, sino por el contrario víctima de los efectos de la hiperactividad de las glándulas malparótidas.

Por supuesto, toda persona tiene esas glándulas, pero su acción no es igual en todas, debido a que hay algo que contrarresta esos efectos nocivos y antisociales.

Sucede que, las madres tienen al lado de las glándulas mamarias, otras más pequeñas que se llaman maternales y segregan una sustancia que conocemos con el nombre de maternina. Esta maternina, es segregada cuando se estimulan las glándulas maternales, pero estas a su vez solo funcionan cuando la madre amamanta al hijo con ternura, amor y gran voluntad. En caso de embarazo involuntario, no deseado, parto difícil, etc. la madre siente rechazo por el hijo y este resulta alimentado de mala voluntad, por tanto, no recibe maternina y es esta sustancia precisamente la encargada de contrarrestar los efectos nocivos de la malparidina. Así pues, quien no recibió maternina en su primera infancia sufre una hipertrofia de las glándulas malparótidas, segrega malparidina en exceso sin tener nada que la contrarreste y empieza a padecer de malparidismo, enfermedad que cuando se hace crónica, hace tránsito al hijueputismo, lo cual, según los más eminentes tratadistas, es incurable, ya que no ha sido posible en laboratorio aislar los componentes esenciales ni de la maternina ni de la malparidina.

El hijueputismo a veces es causa de muerte y siempre, aunque no mortal, motivo de grandes molestias que hacen que el sujeto no sea de buen recibo en parte alguna.

Según conclusiones de grandes científicos quienes se han dedicado al estudio de esta grave condición humana, el virus del hijueputismo, si revierte, pero mediante un proceso complicado que consiste en lavar los huesos con soda cáustica a los cuatro años de haber sacado los restos.

Como ve amigo, la gente no tiene la culpa de comportarse mal. Son sus glándulas. Tenga en cuenta que ninguna universidad del mundo puede dar normas de conducta perfecta. Esto solo se recibe con la leche materna. Desgraciadamente, hoy día, observamos un incremento exagerado de víctimas del malparidismo y del hijueputismo.


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jueves, 20 de junio de 2019

Holbeín Jaramillo Toro

Un Artista De Nuestra Tierra

El Artista Holbeín Jaramillo Realizando Una Monotipia

Desde hace ya un buen tiempo he estado empeñado en la idea de hablar de la obra artística del maestro Holbeín Jaramillo Toro. Tratar de definir la obra de Holbeín, realmente no es tarea fácil, ya que el eclecticismo presente en su técnica, también está presente en su estilo, que va desde el figurativismo hasta el abstraccionismo, pasando por el retratismo y el surrealismo. Después de mucho tiempo y muchos intentos he logrado hilvanar las palabras que creo me permitirán llevar a cabo este propósito.

El maravilloso mundo del arte, a lo largo de su historia, ha tenido notables e importantes hitos, momentos decisivos que han dejado una profunda huella y han marcado con fuego la imaginación de los diletantes. Así fue, en su momento, con la aparición de grandes movimientos artísticos, como son, el impresionismo, el fauvismo, el surrealismo, el cubismo, el dadaísmo, el suprematismo y el futurismo.

Ahora, desde que el arte Pop hizo eclosión, aparecieron otras formas de expresión artística que van más allá del uso del caballete, el bastidor, el lienzo, el pincel, el papiro, la espátula y el mármol. Es así como en la actualidad coexisten con el arte pictórico y escultórico, la fotografía, el cine, el video arte, las instalaciones, y el performance. Los artistas contemporáneos emplean en sus esculturas materiales tan disímiles como la chatarra, el plástico, el vidrio, la madera, el cuero, y el cartón. Todas estas curiosas manifestaciones artísticas en su momento oxigenaron el Arte, lo encauzaron por senderos insospechados.

Aun así, todavía existen románticos del Arte, que pertenecen a la vieja escuela, pintores que con su imaginación y el uso de los pinceles dejan a la posteridad un importante legado artístico. Ejemplo de esto es el Maestro Holbeín Jaramillo Toro, artista nacido en Versalles, pero hateño por adopción. El lleva en su nombre y en sus manos la herencia de los Grandes Maestros del Arte. Ha incursionado con éxito en la mayoría de las técnicas pictóricas conocidas, a saber, el óleo, la acuarela, y el acrílico. Eso sin hablar del grabado, técnica en la que es un verdadero Maestro Grabador, ya que domina a la perfección las técnicas que se emplean en el arte de plasmar imágenes bien sea en una lámina de metal o en una tabla de madera; hablamos de la puntaseca, el aguafuerte, la mezzotinta, y la xilografía. Prueba de esto es que integra junto con otros artistas de la región el Taller de Arte Gráfico «Arco Iris» del Museo Rayo.

Vid
En este punto, miremos la obra de Pablo Picasso, él se adentró con admirable maestría en todas estas técnicas y estilos, pero lo hizo por épocas o etapas; es así como tenemos el período azul, el período rosa, el cubismo, y el figurativismo de sus primeros años. En la obra del Maestro Holbeín, a diferencia de sus predecesores, todos estos ismos se pueden observar simultáneamente.

El particular surrealismo que se respira en la obra de Holbeín, tiene la impronta del Surrealismo Macondiano. Recordemos que «Macondiano» es todo lo relativo a Macondo, un mágico pueblo que aparece en el universo literario creado por la pluma del nobel colombiano Gabriel García Márquez. Macondo, es un pueblo en donde el Realismo Mágico vibra con exquisita poesía. Es el lugar de todas las cosas, de las santas, las vírgenes y los demonios, de la condena y la resurrección, del amor y el desamor, de la soledad, de la locura, y de la belleza sin límites. De un solo salto, en vez de ser gentilicio pasó a ser adjetivo. Esta sola palabra significa magia, color, luz, sombra, y en últimas, lo imposible.

«La Venus Del Espejo» Según Holbeín Jaramillo

«La Maja Desnuda» Según Holbeín Jaramillo
Pero… ¿qué tiene que ver todo esto con la obra artística del Maestro Holbeín? En la obra de Salvador Dalí, el gran genio español del surrealismo, se detalla claramente la realidad europea de la que, en su tiempo, fue testigo. En la obra de Holbeín, por el contrario, es nuestra realidad la que sutilmente se expresa. Aquí nos encontramos con la interpretación que él hace de «La Venus del Espejo» de Diego Velázquez, pero inspirado en Arcimboldo. También están presentes las herramientas de carpintería, sus tenazas antropomorfas, y la visión que el artista comparte con nosotros al interpretar «La Maja Desnuda» de Francisco de Goya.
Don Pablustre
En la obra completa del Maestro Holbeín, incluida la surrealista, se respira un refrescante aire de candidez, que lo acerca al Arte Naif, corriente artística en la que prima la ingenuidad. La rica iconografía por él creada se compone de imágenes candorosas, que muestran a un Artista de espíritu tranquilo y reposado. Obras como «Don Pablustre» tienen el entrañable encanto de las viñetas publicitarias del almanaque Bristol. Esta obra en particular tintinea con ecos de añoranza. Está impregnada con el aroma de una dulce nostalgia que la rodea y la atraviesa. Es el sentimiento bucólico que acompaña la presencia de los pintorescos personajes populares, que, con su alegre despreocupación, pintan de colores la cotidianidad de nuestra tierra.


Velcardo Rock – 2018
La Victoria (Valle)
Jueves, 1° De Noviembre De 2018


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lunes, 18 de febrero de 2019


Juan Jaramillo

La Fotografía De Moda A Través Del Arte

Juan Jaramillo - Fotografía De Fabio Arias

Desde que se anunció oficialmente el primer procedimiento fotográfico conocido como Daguerrotipo, de manos del francés Louis Daguerre, en la Academia de Ciencias de París, en agosto de 1839, la fotografía ha evolucionado hasta nuestros días de manera sorprendente. En sus comienzos, el tiempo de exposición para lograr capturar una imagen, podía prolongarse hasta los 30 minutos, hoy en día, ese tiempo se ha reducido a segundos. Esto se debe, en gran parte, al salto que ha dado la fotografía de analógica a digital.

En la actualidad, la fotografía prácticamente está presente en todos los aspectos de la vida contemporánea, sus usos y aplicaciones son múltiples y diversos. Es así que, entre otras, tenemos la fotografía artística, la fotografía documental, la fotografía periodística, la fotografía nocturna, la fotografía astronómica, la macrofotografía, y la fotografía de moda.

La fotografía de moda, como capítulo aparte, desde su aparición, está íntimamente vinculada al mundo del arte. Aunque, en un comienzo, se pensaba que la fotografía misma iba a liquidar al arte, en la actualidad, podemos constatar que es una de sus más fuertes aliadas y hasta una forma de arte en sí misma.

El nacimiento de la fotografía de moda se atribuye a publicaciones francesas, como «La Mode Practique» a finales del siglo XIX. Tiempo después, El Barón Adolph de Meyer, en 1913, se convertiría en el primer fotógrafo oficial de la revista «Vogue» y, también, en el primer fotógrafo de moda de la historia. El llamado «Debussy de la fotografía» al lograr una instantánea de Elizabeth Arden en 1927, hizo de esta, la verdadera primera fotografía de moda. En nuestros días, los considerados padres de la fotografía de moda, tal y como la conocemos, son Irving Penn y Richard Avedon.

La fotografía de moda tiene su propio lenguaje y su propia estética. Es un conjunto de elementos que involucran no solo la vestimenta, sino también el maquillaje, el peinado, las joyas, los accesorios y los escenarios elegidos por el fotógrafo. Tiene un notable impacto social, ya que forma parte de la cultura material de los pueblos, se relaciona de forma directa con las artes aplicadas, como son la orfebrería, los bordados, la pedrería y la marroquinería.

Oliviero Toscani, irreverente fotógrafo italiano que revolucionó el mundo de la publicidad, en los años ochenta, por el carácter polémico de sus fotografías, pronunció una frase lapidaria: «La fotografía es la memoria histórica de la humanidad». En el tema que nos ocupa, la fotografía de moda es un buen ejemplo de esta afirmación, ya que esta se convierte en un invaluable documento visual y social que nos permite conocer un momento artístico, histórico, y sociocultural. Grandes fotógrafos del mundo de la moda, están dejando a la posteridad un importante legado fotográfico. Como ejemplo, aparte de los arriba mencionados, tenemos a Mario Testino, Ellen Von Unwerth, Eugenio Recuenco, Annie leibovitz, Patrick Demarchelier, Steven Meisel y David LaChapelle, entre otros.

En el ámbito colombiano, sobresalen también grandes nombres, tanto diseñadoras, como marcas, productoras, revistas, y por supuesto fotógrafos, cuyas fotografías se publican en revistas de moda, tanto nacionales como internacionales. Entre las jóvenes promesas de la fotografía de moda, destaca el nombre del fotógrafo victoriano Juan Jaramillo.

La Victoria, municipio ubicado al norte del Valle del Cauca, vio los inicios de este joven artista de la lente. Desde muy temprana edad, mostró sus primeros intereses por el arte, pues dibujaba historietas de su propia creación y disfrutaba ver las películas clásicas en blanco y negro del gran Alfred Hitchcock. Esto, sumado al hecho de que pasaba horas grabando videoclips de sus artistas favoritos, fue dando forma a la estética personal que hoy lo define como fotógrafo de moda.

Juan Jaramillo, al finalizar sus estudios de bachillerato, se desplazó hasta la ciudad de Armenia con el propósito de estudiar Publicidad y Mercadeo, pero, después de completar cuatro semestres, terminó por retirarse, porque paralela a esta carrera, se encontraba cursando estudios de fotografía en la escuela CONTACTO en las noches, y la pasión que el oficio de capturar y crear imágenes despertó en él, derivó en la decisión de interrumpir su carrera como publicista, para dedicarse de tiempo completo a la fotografía de moda. Esto, gracias a que, en el proceso, descubrió que lo más similar que existía a la narrativa cinematográfica en la fotografía, era la moda.



Al regresar a La Victoria, empezó a trabajar por su cuenta y a estudiar de forma autodidacta, comprando por cantidades revistas de moda como VOGUE y Harper’s Bazaar, con las cuales se fue familiarizando mucho más con el lenguaje de la moda. Durante este período, hizo varios cursos Online, entre estos, “Iluminación Para Cine” con la escuela argentina SoloCortos.com, y “Estilismo de Moda” con la Escuela Superior de Comunicación, Imagen y Sonido de España, y adelantó también Diplomados sobre Realización de Cortometrajes con CINE TORO FILM FESTIVAL en el Museo Rayo de Roldanillo.

Al concluir este ciclo, sintió la urgente necesidad de buscar nuevos horizontes, y para tal efecto, se trasladó a Cali, ciudad en la que siempre había querido vivir, por tener una fuerte conexión con la cultura y con el fútbol. Después de realizar algunos trabajos con los organizadores de CINETORO, con los cuales se había reencontrado, puso su trabajo y su talento a consideración de una agencia de modelaje, la cual dirige Fabio Arias. Esta agencia, al abrirle las puertas al mundo de la moda, lo puso en contacto con muchas personas de esta industria, que, con el tiempo, fueron confiando en su trabajo y en su visión. Un par de años después de su llegada a Cali y de estar disparando pequeñas editoriales, tuvo la oportunidad de viajar a Colombia Moda, en Medellín, en donde hizo contacto con Claudia Cruzat, editora de la revista chilena «ONE BOOK», quien le dio la oportunidad de publicar por primera vez su trabajo en una publicación extranjera.

Habiendo acumulado unos cuantos logros al interior de la industria local, tiempo después, en 2016, fue nominado por la Cámara de la Moda Vallecaucana, como mejor fotógrafo de la nueva generación del Valle del Cauca, premio que, para su satisfacción, le fue otorgado. Este reconocimiento le permitió avanzar mucho más en su carrera, logrando así trabajar con Diseñadoras como María Elena Villamil, con quien tuvo la oportunidad de realizar uno de sus primeros Fashion Films para una reconocida marca. Por esa misma época, fotografías suyas fueron publicadas en la revista “Vogue México”.


Para 2017, se le presenta la oportunidad de viajar a la ciudad de New York, para trabajar como asistente de Yulia Gorbachenko. Es en la gran manzana, en donde aprende cómo es el rodaje en los grandes estudios de la ciudad y cómo es la dinámica creativa en la capital del mundo. Esta fotógrafa le encarga la realización de un video para la edición ucraniana de la revista VOGUE. Su estancia en esta gran urbe, le permite sumergirse en su vida cultural y conocer la obra pictórica de Edward Hopper, y su particular visión urbana de la Babel del Norte, así también, la obra literaria de Raymond Chandler, quien es uno de los artífices de la novela negra. Estos dos nombres, se emparejan de forma perfecta con su lenguaje fotográfico.

En noviembre de 2018, fue invitado a participar en la muestra colectiva «Fashion Happens» en la sala principal del Museo de Arte de Pereira. Este primer evento de arte, moda y fotografía, en la Perla del Otún, partiendo del concepto de la moda que en ocasiones ha sido definida como «El arte que vivimos a diario y portamos en nuestros cuerpos» visibilizaba a los artistas de la fotografía y la moda del Eje Cafetero y el Norte del Valle.

En la actualidad, la obra fotográfica de Juan Jaramillo ha evolucionado de forma extraordinaria. Sus primeras influencias, el cine, el arte, los cómics y el rock, aún están presentes. Ahora, otros grandes nombres de la fotografía de moda, se han convertido en importantes referentes visuales, que inspiran su creatividad. Como, por ejemplo, los fotógrafos alemanes Helmut Newton, Peter Lindbergh, Vincent Peters y Chris Von Wangenheim. De igual manera, la obra artística de Caravaggio, Edward Hopper y Jack Vettriano. Toda esta riqueza visual, ha hecho posible que este joven fotógrafo de moda tenga su propio lenguaje. Su obra fotográfica tiene la impronta de su estilo, mismo que se enriquece cada vez más, y que nos va dejando un invaluable legado artístico, que, sin lugar a dudas, permanecerá en el tiempo y en la memoria.


Velcardo Rock – 2019
La Victoria (Valle) Jueves, 14 de Febrero de 2019

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